La historia de las almohadillas Kun se remonta a 1968, cuando un profesor de música y artesano, huyendo del comunismo de su Checoslovaquia natal, se exiliara a Ottawa, capital de Canadá. Acababa de abrir sus puertas el Centro Nacional de Arte, diseñado en el estilo brutalista del momento y provisto de su propia orquesta. Sin duda, pensó ese emigrante, los violinistas y violistas necesitarán quien les repare sus instrumentos.
En pocos años, Joseph Kun, el que fuera director de pedagogía en Eslovaquia y lutier autodidacta, se había establecido en la escena musical sinfónica de Ottawa y había empezado a construir a mano un invento que había traído consigo de su tierra natal: la primera almohadilla Kun.
Kun, que parte de la base de que la calidad es fundamental, se ha regido por dos convicciones:
— que una almohadilla tiene que adaptarse al músico y no a la inversa,
— y que la calidad acústica es tan importante como el confort.
El resultado es una serie de mecanismos ajustables y plegables, sencillos e innovadores, que se integra en los materiales generalmente revolucionarios con el fin de concebir una gama de productos que satisfaga a los instrumentalistas de cuerda más exigentes.
Elija su producto: madera o compuesto, tradicional o moderno, plegable o íntegro; puede estar seguro de que existe un Kun para usted.
Joseph Kun en su banco de trabajo – Foto de David Roberts, ARPS